26 marzo, 2009

NombreseaDiosMamitaVirgen


Te nombro.

Cuando la Vida es más que el magnetismo de esa la luna que me quería convertir en sangre, estaba oscuro, la marea que me rodeaba se movía al compás de ella, la muerte prematura. Quise ver la luz, mi vida era para vivirla. Soy hijo del sol y viví en la luna.

Desde este lugar, en donde me encuentro, poblado por fantasmas que me miran y me atraviesan, con las pupilas negras y grandes, ojos fijos en mis ojos, pero que no me ven y que no quieren ver, atrapados en la locura. Momias agonizantes, al principio creía que todo era una mentira, un gran teatro, como si cada uno de nosotros representara un papel, y tu el del enfermo imaginario de Moliere...

Te nombro a ti Dios, y te pregunto, ¿Por qué?.

Todas las noches la señal... con mi padre buscaba señales, huellas en los potreros. Tú me las hacías en mi frente. La señal era la cruz y un beso... precisamente eso fue... fue tu cruz, tu locura, la que todas las noches conjurabas en mí con esas mágicas palabras... NombreseaDiosMamitaVirgen... esa fue tu manera de darme amor, una cruz y un beso.

El que este libre de pecados que lance primera piedra dijiste, tu madre... Jesús, no era virgen, en ella estaba el pecado que tu mismo creaste.

Tu comiste no una manzana, tu comiste una naranja podrida, de la calle, luego del paso de una feria cualquiera, en la florida feria.

Ahora no me haces la señal de la cruz. Ahora solo me das un beso, tu cruz la cargaras hasta tu tumba, tu señal en mi frente se transforma en huella que voy descubriendo, hasta llegar al pecado original, como si hubiese uno, dándole sentido, ampliando mi propia conciencia, que no es mas que no nombrar a Dios ni preguntarle nada, limpio, sano, sin cruces ajenas.

No te nombro, no te busco, solo vacío, vuelo en el aire púrpura, regreso a la luna, regreso al sol, me despido de ellos, busco mi destino, liviano... respiro... una vez mas... nazco... hago el trabajo de mi propio parto, te perdono, te amo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario