13 julio, 2009

Diálogos


El mar me dice:
Tienes tanta tinta tentadora,
que no se te derrame
en mi océano lunar.

El pulgar me dice:
Tengo un laberinto y una huella,
si te concentras solo en mí
minotauro de fuego,
te pierdes,
si miras solo hacia fuera,
te pierdes
en el aroma del delirio.

El árbol me dice:
Soy tu espejo,
y la corona de Cristo
es el nido de pájaros,
errantes.
Los frutos un parpadeo
y la raíces
manos en el barro.

La roca canta pasiva.

Mi oído llora resonando esas canciones,
esos diálogos imposibles.

Con el árbol, con el mar, con el dedo.




PD: La foto me permiti sacarla de la pagina de mi amigo Felipe Sáez, cuya pasión por la fotografía hace del ver un arte, les pongo el link para que lo visiten http://zweit.deviantart.com/

3 comentarios:

  1. los diálogos son importantes
    tanto para el que escucha,
    como para el que opina
    poner atencion real atención de su rol momentanio

    otras palabras...
    sólo que en mi mano tengo la obra original
    en mi cabeza las palabras
    y en mi corazón al autor

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  2. tu dialógo me suena a explosión
    deja que el fuego se manifieste
    alimentará al dedo que luego de comerse al huevo de sus hermanos, talará el árbol, hará su bote maldito para navegar en la mar eterna

    el minotauro podría llamarse Noé

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  3. eres el arbol,eres el mar y eres el dedo...bendito sea el delirio!!

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